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Claves para comprender y Manejar el Síndrome de Sensibilidad Central

Comprender el síndrome de sensibilidad central

EL Síndrome de sensibilidad central

El Síndrome de Sensibilidad Central (SSC), es un concepto que intenta dar explicación a una serie de cuadros clínicos con sintomatología muy florida, sin correspondencia con el daño orgánico que realmente se puede determinar en la clínica convencional. Se observa en una sensibilidad aumentada a diversos estímulos, como el dolor, el sonido, la luz y los productos químicos. Afecta a un número significativo de personas en todo el mundo y puede tener un impacto profundo en su vida diaria.

En esta completa guía, exploraremos los diferentes aspectos del Síndrome de Sensibilidad Central (SSC), incluyendo sus causas, síntomas, diagnóstico o estrategias de manejo, además de aportar nuestra perspectiva desde el enfoque de la Salud de Precisión y lo que hemos observado en consulta. Ya sea que estés lidiando personalmente con esta condición o busques aprender más al respecto, este artículo tiene como objetivo brindarte información valiosa y práctica.

Síntomas del SÍNDROME DE SENSIBILIDAD CENTRAL

En muchas ocasiones, al individuo que padece el Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) se le cataloga como «enfermo mental», por mostrar hipersensibilidad a distintos estímulos cotidianos tales como ruidos, olores, alimentos, productos químicos, señales wifi, teléfonos móviles, ordenadores, cambios de estación o de clima, estrés, infecciones o fármacos.

No obstante, es un paradigma médico reduccionista. Estas sintomatologías suelen resultar «imaginarias» y, por ello, se les clasifica como «trastornos somatomorfos» o «síndromes somáticos funcionales».

Desde el punto de vista científico, esto es incorrecto. Además, ofende a los pacientes, ya que pueden verse discriminados ante una imagen que pudiera transmitir falsedad o inestabilidad mental.

Así, suelen ser usuarios que van de especialista en especialista y, muchas veces, quedan sin una solución real a su situación; sumado a una calidad de vida que empeora conforme pasa el tiempo, ya que sus síntomas pueden influir en distintas partes del cuerpo.

1. Sensibilidad al dolor

Las personas con SSC pueden experimentar un umbral de dolor reducido, es decir, sienten molestias con mayor intensidad y frecuencia en comparación con las que no tienen esta condición. Esta sensación puede ser generalizada o localizada en áreas específicas del cuerpo.

2. Sensibilidad a estímulos sensoriales

Además del dolor, las personas con SSC también pueden ser extremadamente sensibles a otros estímulos, como el ruido, la luz brillante, los olores fuertes y los productos químicos en el entorno. Estos pueden desencadenar respuestas exageradas y causarles un padecimiento significativo.

3. Fatiga crónica

La fatiga es otro síntoma común. Las personas afectadas pueden experimentar una sensación constante de cansancio y falta de energía, incluso después de períodos de descanso adecuado. Esta fatiga puede perjudicar su capacidad de autonomía personal e incrementar la dependencia.

4. Problemas de sueño

Muchas personas con SSC también experimentan dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche. Pueden tener un sueño ligero y fragmentado, despertarse con facilidad o sentir que no descansan lo suficiente, incluso después de haber dormido por varias horas.

5. Problemas gastrointestinales

El SSC también puede estar asociado con problemas gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable (SII) y la sensibilidad a ciertos alimentos. Las personas afectadas pueden experimentar dolor abdominal, hinchazón, diarrea o estreñimiento de forma recurrente.

6. Problemas emocionales

Debido a los síntomas crónicos y la limitación en la calidad de vida, las personas con SSC pueden experimentar problemas emocionales, como depresión, ansiedad y estrés. Estos problemas emocionales pueden ser una respuesta natural a la carga física y emocional que implica vivir con esta condición.

El SSC engloba patologías como:

– Fibromialgia.

– Síndrome de fatiga crónica.

– Sensibilidad química múltiple.

Y se suele asociar con otras como:

– Ansiedad /Depresión.

– Síndrome de intestino irritable.

– Cefalea migrañosa y/o tensional.

– Síndrome de piernas inquietas.

– Disfunción de la ATM.

– Síndrome de vejiga irritable.

– Entre otros.

Causas del SÍNDROME DE SENSIBILIDAD CENTRAL

El Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) puede englobar las patologías descritas en el punto anterior, ya que tienen mecanismos de producción comunes. Esto no significa que el paciente tenga numerosas enfermedades, sino que presenta trastornos internos troncales de los cuales parten todos los síntomas que le pueden afectar.
Así, hay varios factores que pueden ayudar a contribuir con su desarrollo. Algunos de los que se han asociado con esta condición incluyen:

1. Disfunción del sistema nervioso central

En este sentido, se ha demostrado que existe una hiperexitabilidad de las neuronas, lo que provoca la sensibilización central a los diferentes estímulos externos. También, que existe una hipersensibilidad inmunológica a distintos antígenos alimentarios y químicos.

En su conjunto, la desregulación de estos dos sistemas (inmunológico y central) producen una alteración en el sistema neuroendocrino, desarrollándose un círculo vicioso que da origen a estos síntomas y síndromes.

Además, el hecho de que este proceso se haga crónico da lugar a un aumento importante del estrés oxidativo y de los radicales libres, y, con ello, a la inflamación sistémica de bajo grado, que lleva consigo a una disfunción mitocondrial.

2. Factores genéticos

Algunas personas pueden manifestar una mayor vulnerabilidad genética a desarrollar esta condición, lo que puede explicar por qué ciertas familias tienen una mayor incidencia de Síndrome de Sensibilidad Central (SSC).

3. Experiencias traumáticas

Algunas investigaciones sugieren que las experiencias traumáticas, como el abuso físico o emocional en la infancia, pueden aumentar el riesgo de desarrollar Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) en la edad adulta. Pueden desencadenar cambios en el sistema nervioso y afectar la forma en que el cuerpo responde a los estímulos.

Manejo y tratamiento del SÍNDROME DE SENSIBILIDAD CENTRAL

El manejo del Síndrome de Sensibilidad Central se basa en un enfoque interdisciplinario que aborda tanto los síntomas físicos como los aspectos emocionales y psicológicos de la condición. El objetivo del tratamiento es reducir su manifestación, mejorar la calidad de vida y ayudar al paciente a funcionar de manera óptima en su vida diaria. Algunas estrategias incluyen:

1. Educación y autocuidado

Es fundamental que las personas con Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) aprendan a cuidar de sí mismas. Esto puede incluir técnicas de manejo del estrés, establecimiento de límites, técnicas de relajación y adopción de hábitos de sueño saludables.

2. Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La TCC puede ser beneficiosa para las personas con Síndrome de Sensibilidad Central, ya que ayuda a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos que contribuyen a los síntomas. Esta terapia puede ayudar a desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas y mejorar la calidad de vida.

3. Tratamiento farmacológico

En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para controlar los síntomas asociados con el Síndrome de Sensibilidad Central, como analgésicos para el dolor, opioides, AINES, anticonvulsivantes (pregabalina y gabapentina), antidepresivos para los síntomas emocionales (tipo IRSN y IRRS) y medicamentos para mejorar el sueño. Sin embargo, el tratamiento farmacológico debe ser individualizado y supervisado por un médico.

4. ejercicio fisico

De forma gradual y adaptado a las necesidades de cada individuo, el ejercicio físico contribuye a mejorar el estado de ánimo, reducir el dolor, fortalecer el sistema cardiovascular, controlar el peso corporal y promover un sueño reparador.

5. Apoyo emocional y social

El apoyo emocional y social es esencial para las personas que viven con el Síndrome de Sensibilidad Central. Participar en grupos de apoyo, hablar con amigos y familiares comprensivos, y buscar la asistencia de profesionales de la salud mental puede ayudar a aliviar la carga emocional y promover un sentido de comunidad.

Es importante tener en cuenta que el manejo del Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) puede ser único para cada persona.

Lamentablemente, existe una gran cantidad de pacientes que abandonan el tratamiento, porque no sienten una mejoría o porque cada vez vean más comprometida su rutina diaria.

otras estrategias de estudio y tratamiento indispensables para nosotros en los pacientes con SSC

– Disatonomía: Estudio de los neurotransmisores cerebrales. Para comprender mejor esta condición, es importante realizar un estudio de los neurotransmisores cerebrales, que son los mensajeros químicos que transmiten señales entre las células nerviosas.

– Estudio de disbiosis intestinal: que incluya marcadores de permeabilidad intestinal. La disbiosis intestinal se refiere a un desequilibrio en la composición de las bacterias y otros microorganismos en el intestino. Este desequilibrio puede afectar la permeabilidad intestinal, lo que puede contribuir a la inflamación y otros síntomas en pacientes con SSC.

– Estudio de metales pesados en el cabello: mineralograma de cabello. Los metales pesados, como el mercurio y el plomo, pueden acumularse en el cuerpo y tener un impacto negativo en la salud. El mineralograma de cabello es una prueba que permite detectar y cuantificar la presencia de metales pesados en el organismo. Esta información es relevante para el tratamiento y la quelación de estos metales en pacientes con SSC.

– Estudio genético de la detoxificación hepática. La detoxificación hepática es un proceso crucial en el metabolismo y eliminación de sustancias tóxicas del cuerpo. En pacientes con SSC, es importante realizar un estudio genético que permita identificar posibles alteraciones en las enzimas responsables de la detoxificación y adaptar el tratamiento en consecuencia.

– Estudios de disruptores endocrinos. Los disruptores endocrinos son sustancias químicas presentes en el entorno que pueden interferir con el sistema hormonal. En pacientes con SSC, es importante realizar estudios para identificar la presencia de estos disruptores y evaluar su impacto en la salud. Esto ayuda a diseñar estrategias de tratamiento para minimizar la exposición y promover el equilibrio hormonal.

– Estudio de la función mitocondrial. Las mitocondrias son las estructuras celulares encargadas de producir energía. En pacientes con SSC, se ha observado que la función mitocondrial puede estar comprometida. Por lo tanto, es relevante realizar un estudio de esta función para comprenderla y diseñar estrategias de tratamiento dirigidas a mejorarla.

– Estudio de ácidos grasos en membrana eritrocitaria. Los ácidos grasos son componentes esenciales de las membranas celulares y desempeñan un papel importante en la salud y el funcionamiento adecuado de las células. En pacientes con SSC, es relevante realizar un estudio de los ácidos grasos en las membranas de los glóbulos rojos para evaluar posibles desequilibrios y diseñar estrategias de suplementación o modulación dietética.

– Y por supuesto, una analítica orientada al perfil inflamatorio, oxidativo, inmunológico y neuroendocrino. Estos datos ayudan a guiar el tratamiento y facilitan evaluar la respuesta a las intervenciones terapéuticas.

¿Qué herramientas han sido más efectivas en la mejoría clínica de nuestros pacientes?

– Abordaje específico del SNA y del tipo de disautonomía del paciente: Estas intervenciones tienen como objetivo regular la actividad del SNA y mejorar los síntomas relacionados. En pacientes con SSC, es importante abordar de manera específica el SNA y el tipo de disautonomía presente. Se pueden incluir estrategias como la suplementación oral o endovenosa adecuada, la estimulación eléctrica transcraneal, el protocolo safe and sound y la terapia de hipoxia-hiperoxia intermitente.

– Abordaje de la disbiosis intestinal: plan nutricional adaptado al resultado de los estudios y suplementación individualizada y de precisión.

– Quelación de metales pesados y tratamiento depurador de disruptores endocrinos. Estas estrategias tienen como objetivo eliminar las sustancias tóxicas del cuerpo y promover un equilibrio hormonal adecuado.

– Tratamiento específico de nuestra detoxificación hepática a partir de los resultados genéticos: casi siempre existe enlentecimiento de la Fase II.

– Apoyo a la función mitocondrial: existen varias estrategias, como suplementación adecuada vía oral y/o endovenosa (varias opciones), terapia de hipoxia- hiperoxia intermitente, tratamiento de oxigenación hiperbárica a media presión. Pueden mejorar la función mitocondrial y promover la producción de energía celular.

– Abordaje de la inflamación de bajo grado. La inflamación crónica de bajo grado es común en pacientes con SSC y puede contribuir a los síntomas. Un enfoque integral para abordar la inflamación puede incluir cambios en la alimentación, suplementos antiinflamatorios naturales y estrategias de estilo de vida que reduzcan el estrés oxidativo y la respuesta inflamatoria en el cuerpo.

– Sin duda, el ejercicio físico es la píldora más económica y preventiva de cualquier patología. Y es que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, reducir la inflamación, mejorar la función cardiovascular y promover el bienestar mental. Se recomienda que los pacientes con SSC realicen ejercicio de forma regular y adaptada a sus capacidades individuales.

recursos para minimizar su impacto

El Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) es una condición que se caracteriza por la vulnerabilidad a los estímulos sensoriales. Las personas afectadas pueden experimentar una amplia gama de síntomas físicos y emocionales que influyen negativamente en su bienestar. Si bien no existe una cura definitiva, el manejo adecuado del Síndrome de Sensibilidad Central (SSC) puede ayudar a reducir los síntomas y mejorar el día a día del paciente.

Es importante buscar el apoyo de profesionales de la salud, entender mejor la condición y adoptar estrategias de autocuidado proactivo para gestionar los síntomas. Además, el apoyo emocional y social puede ser de gran ayuda para enfrentar los desafíos relacionados.

Si experimentas síntomas que podrían estar relacionados con el Síndrome de Sensibilidad Central, te recomendamos que consultes a un médico para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento individualizado.

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