
Audio artículo: Síndrome de dominancia estrogénica: causas, síntomas y claves para recuperar el equilibrio hormonal
22/05/2025Una nueva revisión profundiza en la inflamación crónica de bajo grado, un proceso silencioso que afecta a millones de personas sin que lo noten y que está directamente relacionado con el envejecimiento acelerado y enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer, obesidad o incluso ciertos tipos de cáncer.
El foco de esta revisión está en cómo la calidad de las grasas que consumimos, en especial los ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs), afecta a la estructura de nuestras membranas celulares y regula este tipo de inflamación. En particular, el desequilibrio entre el ácido araquidónico (AA) —proinflamatorio— y el EPA (un omega-3 antiinflamatorio) es clave. Mientras que el ratio ideal AA/EPA es de 5:1, en Europa se sitúa en torno a 30:1 y en EE.UU. puede llegar a 75:1.
Este desequilibrio genera un entorno celular inflamado de forma constante. A nivel molecular, este entorno activa al NF-κB, un “interruptor genético” que promueve la producción de sustancias inflamatorias. El resultado: inflamación persistente sin síntomas visibles, pero con gran impacto en el organismo.
Además, se señala que esta inflamación puede medirse a través de biomarcadores como la PCR ultrasensible o directamente con análisis de ácidos grasos en glóbulos rojos para calcular el ratio AA/EPA. Cambios en ese perfil lipídico se han relacionado incluso con enfermedades como artritis reumatoide o trastornos del neurodesarrollo.
La buena noticia: este proceso se puede modular con el estilo de vida. Aumentar la ingesta de EPA y DHA (por ejemplo, con pescado azul o suplementos bien dosificados), reducir grasas trans y saturadas, y apoyar el funcionamiento hepático y enzimático pueden marcar una gran diferencia.
Esta información subraya la importancia de vigilar la calidad y el equilibrio de las grasas en nuestra dieta, ya que su impacto va mucho más allá del colesterol: afecta directamente a la expresión de genes inflamatorios y, por tanto, a nuestra salud y longevidad.